RECUERDA QUE ...
Al redactar tu introducción, ten presente:
v Selecciona, en primer lugar, el tipo de recurso que utilizarás. Este puede ser la
contextualización del tema, una anécdota o caso, interrogantes referidas al
asunto del texto o una cita de un autor especialista en la materia de tu
producción.
v Luego, conduce el
recurso seleccionado hacia la presentación del tema del texto. Recuerda que es
importante para brindar coherencia y sentido lógico a esta primera parte de tu
redacción que se genere la conexión entre ambos elementos. Una estrategia que
te puede orientar para percibir que has establecido dicho enlace y es el
momento de hacer explícito el tema es haber mencionado previamente los
principales sustantivos que conforman el fraseo de este. Por ejemplo, si tu
tema es “Principales efectos de la drogadicción”, deberás haber mencionado los
términos “drogadicción” y “efectos” antes de presentarlo.
v Finalmente, presenta
el tema.
v En la introducción
que te presentamos, hemos coloreado con diferentes matices cada una de las
partes de la introducción. Observa y compárala con el esquema.
Al redactar tus párrafos de desarrollo, ten presente:
v
Cada párrafo desempeña una función. En
el caso de esta producción, el primero recibe el nombre de introducción; el
segundo, de desarrollo; y el último, cierre o conclusión.
v En
la escritura de los párrafos de desarrollo, es necesario que cada oración que
los contiene sea el desarrollo de las ideas del esquema. En el ejemplo, cada
enunciado ha sido coloreado en función al tipo de idea que representa: rojo, la
idea principal; morado, las secundarias; verde, las terciarias.
Al redactar tu conclusión, ten presente:
v El
resumen o síntesis del texto se elabora parafraseando la(s) idea(s) principal(es)
de los párrafos de desarrollo. No obstante, si consideras relevantes algunas
secundarias, podrías incluirlas.
Haciendo click aquí, tendrás acceso a un conjunto de ejemplos sobre los
tipos de recursos que puedes utilizar en la elaboración de tu introducción y
conclusión.
Finalmente, después de haber seguido, paso a paso, cada una de las etapas antes descritas redactamos:

Al redactar tu introducción, ten presente:
v Selecciona, en primer lugar, el tipo de recurso que utilizarás. Este puede ser la
contextualización del tema, una anécdota o caso, interrogantes referidas al
asunto del texto o una cita de un autor especialista en la materia de tu
producción.
v Luego, conduce el
recurso seleccionado hacia la presentación del tema del texto. Recuerda que es
importante para brindar coherencia y sentido lógico a esta primera parte de tu
redacción que se genere la conexión entre ambos elementos. Una estrategia que
te puede orientar para percibir que has establecido dicho enlace y es el
momento de hacer explícito el tema es haber mencionado previamente los
principales sustantivos que conforman el fraseo de este. Por ejemplo, si tu
tema es “Principales efectos de la drogadicción”, deberás haber mencionado los
términos “drogadicción” y “efectos” antes de presentarlo.
v Finalmente, presenta
el tema.
v En la introducción
que te presentamos, hemos coloreado con diferentes matices cada una de las
partes de la introducción. Observa y compárala con el esquema.
Al redactar tus párrafos de desarrollo, ten presente:
v
Cada párrafo desempeña una función. En
el caso de esta producción, el primero recibe el nombre de introducción; el
segundo, de desarrollo; y el último, cierre o conclusión.
v En
la escritura de los párrafos de desarrollo, es necesario que cada oración que
los contiene sea el desarrollo de las ideas del esquema. En el ejemplo, cada
enunciado ha sido coloreado en función al tipo de idea que representa: rojo, la
idea principal; morado, las secundarias; verde, las terciarias.
Al redactar tu conclusión, ten presente:
v El
resumen o síntesis del texto se elabora parafraseando la(s) idea(s) principal(es)
de los párrafos de desarrollo. No obstante, si consideras relevantes algunas
secundarias, podrías incluirlas.
Haciendo click aquí, tendrás acceso a un conjunto de ejemplos sobre los
tipos de recursos que puedes utilizar en la elaboración de tu introducción y
conclusión.
La vocación: proyecto de vida
El término vocación ha estado estrechamente relacionado con la vida religiosa, la que lo definía como la inspiración con que Dios llama a una persona para que dedique su vida a consagrarlo. Sin embargo, esta es una definición reduccionista, pues su significado, en la actualidad, es mucho más amplio del que suele dársele. Por ello, el texto que, a continuación, se desarrolla explicará el concepto de vocación, teniendo en cuenta el uso que se le viene dando en esta época.
La vocación,
término derivado de “vocatio” que significa acción de llamar, se
encuentra íntimamente relacionada con el proyecto de vida (Cuasquer_Viveros,
2024). En forma general, este vocablo hace referencia a la inclinación
hacia una actividad o profesión que brindará sentido y dirección a la vida de
cada individuo (Coroña et al, 2023). Por ello, se elabora en función a sus
gustos y experiencias en contraste con su sistema de valores y se orienta hacia
su desarrollo personal. Asimismo, debemos entenderla como un proceso
largo, en el que se ven involucradas, básicamente, dos fases consecutivas. La
primera hace referencia a la selección de la carrera. Esta se llevará a cabo
observando los intereses, recursos disponibles y la aptitud o capacidad con los
que cuenta la persona para desarrollar una tarea (Coroña et al, 2023). La otra
etapa, inmediata, supone la construcción académica y laboral del futuro
profesional a partir de su elección. Para ello, diseñará un plan de estudio que
contenga la universidad en la que estudiará, así como las especializaciones y
postgrados que se puedan realizar al culminar la carrera. De igual manera,
comprenderá un plan laboral, el que permitirá al futuro universitario
identificar los espacios reales en los que podrá desenvolverse (Cuasquer_Viveros,
2024).
En
conclusión, la vocación es un proceso que involucra nuestro proyecto de vida. Por
ello, es necesario que el joven o la joven comprenda que no es una simple
elección de la carrera que ha de estudiar, sino que implica la construcción de
su futuro próximo y, por ende, debe asumirla en forma responsable y voluntaria.
Referencias bibliográficas:
Cuásquer Viveros, M. (2024). Estrategias STEAM y su relación con el
proyecto de vida en estudiantes de educación media. Revista Científica
De Salud Y Desarrollo Humano, 5(2), 326–345. https://doi.org/10.61368/r.s.d.h.v5i2.138
Noroña González, Y., Colala Troya, A. L., & Peñate Hernández, J. I.
(2023). La orientación para la proyección individual y social en la educación
de jóvenes y adultos: un estudio mixto sobre los proyectos de vida. Región
Científica, 2(2), 1-35.
https://rc.cienciasas.org/index.php/rc/article/view/89/75
Los datos de la bibliografía son incorrectos.
ResponderBorrarMUY BUEN MATERIAL, ME GUSTARÍA EN UN FUTURO PUDIERAN AGREGAR COMO REDACTAR TRABAJOS DE GRADO.
ResponderBorrarBuen material, solo que debieron de agregar un poco de material animados.
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